jueves, 12 de enero de 2017

EL TORO "JAQUETON"


Qué lejos estamos, del 23 de Abril de 1887, de aquellos tiempos en que salían a la plaza toros como el de la ganadería del cura Solis, antes del marqués viudo Salas, que hizo famoso su nombre de Jaquetón La raza de toros de lidia ha venido tan a menos, que parece cuento o leyenda el relato de lo que Jaquetón hizo en el coso madrileño. Los que sólo hayan visto toros de pocos años a esta parte, no se explicarán que en otro tiempo los haya habido tan bravos como éste de que hoy vamos a hablar.  Para él salieron los cabestros al ruedo, pero no como salen ahora un día sí y otro también, sino para todo lo contrario, para sacarlo vivo en premio a su bravura. Jaquetón era cárdeno, chorreado, apretado de cuerna, codicioso, noble y de extraordinario poder. Se lidió en cuarto lugar en aquella corrida, en la cual actuaron de matadores Currito, Frascuelo y Ángel Pastor. Ya estaba el público entusiasmado con la buena presentación y con las faenas de las tres primeras reses, cuando se dio suelta a Jaquetón. Sus hermanos lidiados antes que él fueron : Caballero, que tomó ocho varas y mató tres caballos; Mirandillo, que recibió ocho puyazos y dejó muertos dos pencos, y Cabezudo, que resistió diez lanzazos y dejó cuatro cabalgaduras para el arrastre.Tomó Jaquetón nueve varas, echándose los caballos a la cabeza seis veces y dejando siete de éstos muertos. 


Empezó destrozando, apenas salió del chiquero, el caballo del Sastre y el de Paco Fuentes, que eran los picadores de tanda, y, cuando terminaba el primer tercio, después de una faena estupenda, persiguió a un caballo desde los medios hasta las tablas.No había descansado ni un momento, y de pronto se le vio hundir la cabeza entre las manos y empezar a moverse presa de una convulsión espantosa.Tocaron los clarines a banderillas, y Ángel Pastor se dispuso a parear, pero el público, entusiasmado con la bravura del toro, pidió que no le banderillearan. Esto no obstante, uno de los rehileteros de Currito, apodado Corito, puso un par, siendo objeto de iracundas protestas del público.El presidente, accediendo a lo que el público pedía, ordenó por fin la salida de los cabestros; pero Jaquetón ni los veía ni podía andar. Estaba cada vez más convulso y con el hocico clavado en el suelo.Por fin, salió Currito, y dio fin de la extraordinaria res con un descabello, después de tres intentos.Cuando fue arrastrado el toro, la plaza entera aplaudió entusiasmada Reconocido Jaquetón en el desolladero por el profesor veterinario D. Simón Sánchez, resultó tener roto un pulmón a consecuencia de los esfuerzos que hizo en su faena de varas. Jaquetón, en opinión unánime, es uno de los mejores toros que se han lidiado en la plaza de Madrid.Los veterinarios quisieron desecharlo en el apartado por chico, feo y mal encornado. En Madrid, no hace muchos días, fueron admitidas como buenas reses que después di muertas se vio que no tenían la edad. ¡Lo que va de ayer a hoy!

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