lunes, 22 de junio de 2015

!A LA CÁRCEL CON EL¡


Menuda fue la escandalera que armaron parte de los concurrentes al encierro del ganado que había de lidiarse en Ubeda por las cuadrillas de «Cara-ancha» y «El Gallo», el 29 de septiembre de 1875 El quinto de los toros, del ganadero don Gil Flores, no quiso enchiquerarse, siendo molido a palos y pedradas por los enardecidos aficionados. No paró en esto el suceso, sino que el pueblo soberano se empeñó en que el toro fuese a la cárcel. Las personas sensatas y autoridades se opusieron a que se realizase tamaña barbaridad, pero no pudieron impedir que abriesen las puertas de la plaza y saliesen con el toro camino de la prisión, siendo escoltado el animal por unos cuantos energúmenos, que, armados de pistolas y navajas, amenazaban a los que se oponían a tal brutalidad. Por suerte, un teniente alcalde se hizo fuerte en una de las calles al populacho y sacudiendo estacazos a diestro y siniestro logró despejar el campo; entonces tomó el sable de uno de los guardias y mató al toro de dos estocadas en el codillo, con lo cual evitó que el toro hiciese compañía a la población penal, como pretendía una turba de «alumbrados».

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