jueves, 10 de julio de 2014

SALVADOR ALMELA NAVARRO


Habia nacido en Castellón,pertenecía a una distinguida familia, y por escaparse desde niño, guiado por su afición, a prados y capeas, fue llevado al correccional de Santa Rita. Por su buen corazón y agradable carácter se hizo muy amigo de sus educadores, hasta llegar a ingresar en aquella Orden monástica con el nombre de Fray Ezequiel; con gran mansedumbre soportó aquella vida unos ocho años; pero harto de ayunos y de privaciones, regresó al hogar paterno y se dedicó al estudio, llegando a terminar el grado de bachiller y a comenzar el preparatorio de Derecho, aunque la ciencia no era su verdadero camino. Aprovechando su constitución, de verdadero atleta, comenzó a frecuentar la Sociedad Gimnástica Española. 

 En 1905 logró el título de campeón de fuerza y obtuvo Medalla de oro por ejecutar los cuatro movimientos impuestos por el Jurado, nada menos que con 536 libras. En aquella época logró Salvador un peso de 85 kilos, 40 centímetros de bíceps, 33 de antebrazo y un perímetro torácico de un metro 14 centímetros. En aquélla época, la compañía de Virginia Fábregas, la hermosa hembra mejicana, y de Emilio Thuillier, necesitó para representar el papel de Ursus en el ¿Quo vadis?, un atleta. Thuillier recurrió a la Gimnástica y allí hizo relaciones con Almela, quien se comprometió a desempeñar su papel, siempre que le caracterizaran debidamente y suprimieran las frases que tuviese que decir. Salvador obtuvo como gigante un gran triunfo que todos los aficionados al teatro recordarán. 

Después quiso ser torero de a pie, realizando alguna tentativa que no le satisfizo, y por último, animado por Punteret y algún otro amigo matador, se hizo piquero, para lo cual soportó pacientemente el aprendizaje de un año de monosabio en la Plaza de Madrid. Como picador, debutó en la plaza portátil de Torrelavega el 29 de Mayo de 1910 (lidiaron reses de Carreros Punteret y Pacomio), y desde este día picó en diversas cuadrillas, distinguiéndose por su poder y voluntad. Como antes de hacerse picador ya luchó con Rakú, defendiéndose mejor que muchos profesionales en estos pugilatos, y como Almela seguía, tan aficionado a los ejercicios de fuerza, no faltó a las luchas grecorromanas que se celebraron en la Ciudad Lineal. Allí conoció a De Riaz Almela, y el campeón francés, vistas las grandes aptitudes  para la lucha, le proporcionó un contrato que en cumplio tan a satisfacción del público de París. A pesar de haber sido Almela tantas cosas: corrigendo, fraile, estudiante, campeón de fuerza, cómico, monosabio, torero de a pie y de a caballo y luchador, todo el que le trato le quiso por su bondad, modestia y exquisita educación.
Fue alcalde de San Lorenzo de El Escorial (1943-1957) construyó -1947-una plaza de toros portátil de hierro junto a la puerta de entrada de la Herrería. Apoyó la iniciativa del constructor de Santa María de la Alameda de levantar la plaza de toros en el Barrio del Rosario. Se inició su construcción en 1947 y se terminaría en 1953, en la que participarían operarios del Real Sitio. En 1952 fue elegido procurador en cortes,salió del Ayuntamiento ‘por la puerta de atrás’... un hombre que hizo mucho por el pueblo y al que le dejaron morir en la ruina. Y no sólo eso, sino que le echaron acusándole de que faltaban 20.000 pesetas. Hubo una inspección y le acusaron a él, aunque luego se supo que fue el tesorero. Se marchó muy decepcionado, regresó al barrio de Quevedo, en Madrid, y allí murió.

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