martes, 17 de septiembre de 2013

SOLERA JEREZANA



Una tarde fría y tristona de Marzo de 1934  debutó en la plaza de Toros de Madrid el novillero jerezano Ventura Núñez (Venturita), alternando con otros dos diestros de cuyo nombre no quiero acordarme. Alguien escribio un artyiculo periodistico que decia:: «Toreros de sol enfermo y una copa de solera jerezana». Y de aquel artículo son estos párrafos: «En la tarde fría, ventosa y nublada, hubo unos instantes de emoción y de esperanza. Por entre dos nulies preñadas de tormenta lució de pronto el sol de fuego, macho y andaluz, que hace de oro los llanos de Caulina. Sol procer y valiente que enciende la sangre de los potros jerezanos y convierte las uvas de los pagos de Macharnudo en cápsulas henchidas de sangre ardiente y generosa. Ese milagro de luz y de calor, en la tarde fría y triste, lo hizo Venturita, un jerezano espigado y cetrino, con planta y garbo de torero de raza. Acordaos de este mozo enjuto y valiente, que antes de dos años será un torero de tronío. Porque todavia es vino nuevo; pero como procede de tierra procer, ya tiene fuerza, fuego, color y aroma de rica solera.» 

La. profecía se cumplio. Ventura Núñez (Venturita) se ha hizo matador de toros en la segunda corrida fallera de Valencia. Alternativa triunfal. Un «buen mozo» de Villamarta para el examen del nuevo doctor, a quien Domingo Ortega, el coloso castellano, entregó los trastos con la ceremonia ritual. Venturita tantea al toro con dos ayudados por bajo, que Ortega podría firmar. Siguen tres pases por alto, majestuosos, estatuarios, y enseguida, la muleta, en la izquierda, ondula, rítmica, péndula, con lentitud angustiosa en la armonía impecable de seis pases naturales, ¡seis!, rematados con la magnífica arrogancia del de pecho. Solera pura. Cante jando en toda su grandeza bravia. 

El pase natural y el de pecho. Ia soleá y la seguiriya gitana. Cante grande. Toreo y «son» para hombres.Luego, el arabesco, la filigrana, las alegrías postineras y las bulerías flamencas: pases en redondo, afarolados, molinetes... Y como rúbrica, la estocada hasta la bola, el embroque viril y dramático que hace rodar al toro sin puntilla. Venturita recorre en triunfo el ruedo. Lleva en las manos las orejas y el rabo de su primer enemigo. Y cuando, después de otra faena gemela con el sexto toro, la multitud, enardecida, Se lleva en hombros al triunfar en alto idénticos trofeos, la rica huerta valenciana, tesoro de áureos naranjales, se entusiasma como ebria de jerezana solera.  
http://gestauro.blogspot.mx/2013/04/28-de-abril-de-1936-corrida-de-feria-en.html
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