miércoles, 11 de septiembre de 2013

Carlos Lombardini y Pina




Carlos Lombardini y Pina (1888-1933). Matador de toros mexicano, nacido en Ciudad de México el 21 de enero de 1888 y fallecido en su ciudad natal el 20 de octubre de 1933. Impulsado desde su niñez por una firme vocación taurina, se dio al aprendizaje del duro oficio de torero por los festejos menores de su comarca, en los que, siendo todavía un niño, ganó fama de lidiador valiente y decidido. Gracias a este precoz reconocimiento, muy pronto entró a formar parte de la denominada "Cuadrilla juvenil mexicana", fundada por los toreros españoles Manuel Martínez ("Feria") y Eduardo Margeli, quienes extendieron por las plazas aztecas la costumbre hispana de agrupar en cuadrillas infantiles y juveniles a los más destacados becerristas del momento. Alentado por el aplauso de sus compatriotas, Carlos Lombardini se convirtió de inmediato en el primer espada de dicha cuadrilla, con la que anduvo recorriendo durante muchos años los principales cosos de su país natal. Cumplidos ya los veintiún años de edad, con el deseo de ser reconocido como una gran figura del Arte Cúchares, el diestro mexicano cruzó el océano Atlántico y se presentó en solitario en las plazas españolas, donde tenía la intención de obtener el título de doctor en tauromaquia. Hizo su debut en suelo hispano el día 9 de mayo de 1909, fecha en la que cruzó las arenas de la plaza de Barcelona para enfrentarse con reses marcadas con el hierro de Pérez de la Concha. Gustaron a la afición catalana el valor, el arte y el oficio de que hizo gala el día de su presentación Carlos Lombardini, por lo que pronto el joven novillero de Ciudad de México recibió ofertas para torear en otras plazas importantes del país. Así las cosas, el día 11 de julio de dicha campaña de 1909 hizo el paseíllo por vez primera ante la severa y selecta afición madrileña, que también tuvo ocasión de apreciar las buenas maneras del aspirante a matador de toros. 

El conjunto de estas buenas actuaciones propició que Carlos Lombardini y Pina se hallara en condiciones de recibir la alternativa antes de que concluyera aquella exitosa temporada. En efecto, el día 23 de septiembre de 1909, en el coliseo galo de Marsella, el diestro sevillano Ángel Carmona González ("Camisero") cedió a Lombardini la lidia y muerte de un astado perteneciente a la ganadería de Benjumea, que atendía a la voz de Lucero. Pero, lógicamente, esta cesión de trastos no tenía ninguna validez, por lo que el todavía novillero de Ciudad de México volvió a vestirse de luces en la Ciudad Condal el día 10 de octubre de aquel mismo año, para recibir -ahora sí- el grado de doctor en tauromaquia de manos de su padrino, el colosal espada cordobés Rafael González Madrid ("Machaquito"). Testigos de aquella ceremonia, los coletudos Antonio Moreno ("Moreno de Alcalá") y Pedro López presenciaron cómo Carlos Lombardini y Pina se doctoraba dando lidia y muerte a estoque a un astado que había pastado en las dehesas de Esteban Hernández.

En su irregular trayectoria profesional, el torero de Ciudad de México regresó a su país natal sin haber confirmado en Madrid, ante la primera afición del mundo, la validez de dicha alternativa. Comoquiera que tampoco la había tomado en México antes de su desembarco en la Península Ibérica, en suelo azteca volvió a anunciarse en calidad de novillero, sin que a partir de entonces protagonizara ningún otro episodio digno de ser reseñado.

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