sábado, 6 de abril de 2013

Antonio Camarena de Matador a Fontanero
Matador de toros nacido en Sevilla el 28 de enero de 1954. Hizo su presentación con picadores el 19 de junio de 1977, en Sevilla, con novillos del marqués de Albaserrada, acompañado en el cartel de Cruz Verde y Paco Aguilar. Tomó la alternativa en su ciudad natal, el 14 de abril de 1985, apadrinado por José Luis Feria (Galloso), mediante la cesión del toro Costurero, número 15, de la ganadería de Germán Gervás, al que cortó una oreja, ante el testigo Macandro. Aquella tarde se corrieron cinco astados del hierro citado y uno de Gabriel Hernández. Otros Datos: torero valiente, apenas contó con oportunidades.
Pocas historias taurinas tan singulares como la de Antonio Camarena, un hombre que quiso ser torero a costa de lo que fuese para salir de la pobreza y de ella sacar a sus padres y a sus nueve hermanos. Un Carpanta del siglo XX que vio en el toro, como tantos otros, una vía para escapar de la miseria. Un pícaro que lo mismo llamaba por teléfono al recordado empresario Manuel Chopera diciéndole que era Antonio... Ordóñez, para que se le pusiese. O que se fue a las puertas de las taquillas de la calle Adriano de Sevilla para ponerse en huelga de hambre para que Diodoro Canorea le pusiese en la Maestranza y tomase la alternativa. Miseria y hambre conjuntadas en el entorno de Torreblanca, jalonadas con sus primeras «chapuzas» como fontanero para tener algo que echarse a la boca. Y de la nada, del ostracismo jugándose la vida por esos pueblos de talanqueras, vestido de novia haciendo el paseíllo del brazo de un enano en las charlotadas, a torear una y otra vez en el coso del Baratillo, ganarse los contratos y tomar la alternativa en la mismísima Maestranza. Y junto a todo ello, el sueño por tener un jamón, por calzar las puertas de su casa «con cuñas de queso» y con construirse un cortijo «con más despensas que habitaciones». Consiguió su propósito, que fue ser matador de toros. Luchó por sus compañeros creando una nueva asociación de toreros y, con el tiempo, el toro dio paso a su nueva vida como constructor. Primero con un servicio de fontanería 24 horas, situado en la calle Baños, y que hoy todavía puede contemplarse su fachada. Pero el negocio prosperó y de las chapuzas pasó a otras obras de mayor envergadura, de manera que a finales de los 90 -tan sólo unos años después de haberse retirado del toreo activo- la empresa, con su apellido, comenzó a prosperar contratando pequeñas obras con el Ayuntamiento entonces gobernado por PSOE y PA. Las contrataciones dieron pie incluso a una denuncia de los socialistas sobre la vinculación del empresario con una colaboradora andalucista. De ahí hasta la actualidad,Camarena, la empresa del torero que soñó tener un jamón, ha contratado con el Ayuntamiento 20 proyectos del Plan E por valor de 7 millones de euros, pero paga por horas a sus trabajadores.

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