miércoles, 27 de febrero de 2013

UN LLENO HASTA LA BANDERA
Se celebraba en San Sebastián una becerrada benéfica en la que tomaban parte varios distinguidos aficionados. Uno de éstos era el crítico don Joaquín Bellsolá apodado "Relance". Don Joaquín no tenía que hacer otra cosa que poner un par de banderillas a un becerro ; pero tuvo tan mala suerte que el becerrete le atropellase, le derribara y le diera un revolcón. Conducido a la enfermería, pronto se comprobó que el renombrado crítico solamente había sufrido un susto mayúsculo, y ya repuesto de él, al preguntarle los amigos si se encontraba bien, respondió tan ingenua como cándidamente: — Sí, sí; me encuentro bien. Lo único que siento es que me haya visto alguien rodar por el suelo... ¡Y la plaza estaba llena hasta la bandera!

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